¿Te sientes miserable? Entonces, quizás, tiene sentido echar un vistazo más de cerca a sus finanzas. Más precisamente, analice cómo se deshace de ellos y qué emociones experimenta. El entrenador de negocios y millonario Ken Honda en su nuevo libro, Happy Money, dice que el secreto del éxito es la intersección armoniosa de las finanzas personales y la felicidad. Sentimos alegría solo cuando gastamos dinero en beneficio de los demás.
Dinero feliz
Entonces, en su libro, Ken argumenta que el dinero puede fluir de experiencias y emociones positivas o negativas. En consecuencia, esto determina la actitud de una persona. El dinero feliz trae alegría y felicidad, satisfacción, orgullo en sus logros. Se usan con amor, por ejemplo, cuando un niño compra un ramo de flores para su madre el 8 de marzo. O cuando los padres ahorran dinero mensualmente para enviar a sus hijos al campamento en el verano o irse de vacaciones con toda la familia al mar.
En cuanto al dinero feliz en los negocios, esto es cuando ves caras de clientes satisfechos, obtienes comentarios positivos sobre tu trabajo. Es decir, siente que está beneficiando a las personas y a la sociedad. Esto es especialmente evidente cuando estás involucrado en obras de caridad.
Dinero triste
Este dinero está asociado con la negatividad y derriba a una persona. Independientemente de la cantidad, aún experimentas ira, desilusión, desesperación, tristeza. Por ejemplo, cuando recibe una pensión alimenticia de un ex cónyuge, la relación con la cual después del divorcio ha permanecido bastante conflictiva o tensa. O cuando recibes un salario en el trabajo que odias sinceramente. Aunque sabes que necesitas dinero, no amas tanto tu trabajo que solo terminan perjudicándote.
¿Cómo se manifiesta esto? Por ejemplo, en los costos adicionales asociados con problemas inesperados. Por ejemplo, la enfermedad de un miembro de la familia o la avería de equipos caros.
Actitud para financiar
Todos tenemos una actitud diferente hacia las finanzas, pero para sentirse felices, debe recordar que el dinero no debe convertirse en un fin en sí mismo. Son solo una herramienta para una vida plena, llena de nuevas experiencias. Gaste en beneficio de usted y de otras personas, compre emociones positivas para ellos, y luego usted mismo no notará cómo se enriquece. Pero nunca los guarde en un banco ni viva en condiciones de austeridad si realmente tiene los medios. Con esto te privas de la oportunidad de disfrutar la vida.