En tiempos difíciles de la vida, algunas personas se rinden, mientras que otras tienen ideas racionales. Entonces, al ser una mujer embarazada desempleada, a la estadounidense Erica Reiter se le ocurrió e implementó una idea de negocio que le trajo prosperidad y mucho bien a los demás.
Un poco sobre el personaje principal
Erica Reiter nació y creció en Boston en la familia de un empresario y educador. Cuando era niña, se interesó en los problemas sociales y se dio cuenta de que en el futuro quiere ayudar a otras personas.
Y así sucedió. En 2001, Erica se graduó de la universidad en el campo del trabajo social y tomó este difícil camino. Incluso durante sus estudios, la niña comenzó a ayudar activamente a las personas sin hogar y a los adolescentes en prisión.
Más tarde, Erica consiguió un trabajo en el servicio social y comenzó a ayudar a las personas mayores de bajos ingresos y a las familias con hijos adoptivos. La niña se desarrolló constantemente en su profesión, trató de comprender algo nuevo, buscó y encontró personas de ideas afines.
Tiempos difíciles
Una vez que el servicio social en el que trabajaba Eric se cerró repentinamente. La niña se quedó sin trabajo. Y, por cierto, en ese momento estaba embarazada y necesitaba urgentemente dinero. Su esposo en ese momento también perdió su trabajo.
Por lo tanto, la familia estaba en un dilema. Con un poco de pensamiento, Erica se dio cuenta de que había llegado el momento de darse cuenta de la idea que había estado dando vueltas en su cabeza.
La idea de Erica
Además de la caridad, Erica ha sido aficionada a la creatividad desde la infancia. Le encanta crear todo tipo de artilugios extraordinarios. Esto la llevó a crear una tienda de regalos exclusiva. Pero sus obras por sí solas no fueron suficientes para traducir esta idea en realidad. Entonces Erica contactó a otros artistas jóvenes que también expresaron su deseo de vender sus productos en la tienda de Erica.
Pero esta tienda no era del todo común. En primer lugar, vendió recuerdos completamente exclusivos. En segundo lugar, gracias a los precios asequibles, los regalos estaban disponibles para todos. En tercer lugar, parte de los ingresos de la venta de cada producto se destinó a fondos de caridad.
De vuelta al trabajo
Algún tiempo después del nacimiento, Erica decidió volver a trabajar en el servicio social. Pero pronto se dio cuenta de que no podía hacer frente. Pensando en la tienda, no podía prestar suficiente atención a sus pupilos. Pensando en las salas, no podía concentrarse en los negocios. La niña tuvo que tomar una decisión difícil. Al final, decidió que su vocación eran los negocios. Naturalmente, con un sesgo caritativo.
¿Qué pasó después?
Entonces Erica continuó desarrollando su tienda. Esta creación de una joven iniciativa se ha convertido en una buena ayuda para muchos artistas jóvenes. Mucho dinero de la venta de sus creaciones fue enviado a la caridad.
Después de un tiempo, Erica implementó varios proyectos de caridad más, pero ya en colaboración con organizaciones comerciales. Por el momento, ella ya tiene cuatro hijos pequeños, a quienes cría sola (Erica se divorció de su esposo), pero esto no le impide hacer negocios con éxito y caridad.