Muchos niños sueñan con crear algo asombroso, ganar fama y fortuna, convertirse en personas exitosas y adultas. A Mikaila siempre le gustaba la naturaleza y le encantaba caminar por bosques y campos. Pero a los 4 años, la niña fue mordida por 2 abejas, y apareció un miedo insuperable a los insectos. El bebé comenzó a aprender todo sobre las abejas debido al miedo adquirido y aprendió muchos hechos nuevos.
Las abejas necesitan proteger a las personas.
Por ejemplo, las abejas son muy sensibles y en realidad no viven mucho. Y en muchos hábitats mueren rápidamente. Y así, la niña indefensa pensó que incluso las abejas peligrosas necesitan la ayuda de la gente.
El tiempo pasó a manos de Michael, y se llegó a la conclusión de que era posible salvar insectos benéficos. Pronto, las chicas se cruzaron con voluntarios de varias organizaciones involucradas en proteger y salvar a las abejas. Solo quedaba por encontrar una fuente de ingresos para invertir en este ámbito de la caridad.
Cómo Michael comenzó a vender limonada
Era imposible salvar a las abejas solas, y la niña entendió que era necesario encontrarse con su abuela. Una persona cercana siempre conoce la clave que abre nuevas oportunidades. La brillante idea de la abuela de vender limonada resultó ser simple y directa. Pero la niña logró darle un giro a una bebida regular, creando una receta especial con su amada abuela.
Muchos hechos que Michael sabía sobre las abejas ayudaron a crear un producto especial. La limonada se hace con una pequeña cantidad de miel de abeja, y esto hace que el producto sea realmente útil y competitivo en un gran mercado.
Michael fue a la caridad
Muchos empresarios ni siquiera piensan en cómo enviar dinero en beneficio de toda la sociedad. Pero el pequeño Michael decidió hacer lo contrario. La niña comenzó a compartir ganancias y envía parte del dinero ganado para proteger a las abejas.