La estrategia de comunicación es un esquema general de acciones de interlocutores dirigidos a la implementación de un objetivo particular. Puede ser bastante largo, por lo que no se limita a una sola conversación. La estrategia consiste en acciones tácticas, cuya implementación acerca a la persona a la meta. Hoy hablaremos sobre qué son las tácticas de comunicación y cómo se clasifican.
Los componentes
La táctica de comunicación consta de los siguientes componentes:
- Motivacional. Responde a la pregunta de si uno o dos sujetos logran la meta durante la comunicación.
- En red. Define el tipo de configuración de comunicación. Son humanistas o manipuladores.
- Procesal. Define la relación entre monólogo y diálogo.
En un concepto generalizado, una estrategia y sus acciones tácticas pueden tener las siguientes direcciones:
- Humanista-dialógico.
- Humanísticamente monológica.
- Manipulativo-dialógico.
- Manipulativo monológico.
Además, cada uno de ellos puede estar dirigido tanto a lograr un objetivo común como a alcanzar un objetivo individual.
Clasificación E. Shostroma
La literatura científica describe muchos ejemplos de estrategias y tácticas de comunicación. Consideraremos los principales. Comencemos con la clasificación de E. Shostroma, que se basa en las características manipuladoras de las personas.
1. manipulador activo
Tal persona trata de establecer control sobre los demás a través de métodos activos. En comunicación, nunca muestra debilidad, y siempre trata de mantener la reputación de una persona llena de fuerza. Al mismo tiempo, un manipulador activo, como regla, usa su posición en la sociedad (jefe, padre, maestro, hermano mayor, etc.). Los médicos a veces usan esta táctica para comunicarse con los pacientes. Confiando en la impotencia de otras personas y controlándolas, recibe satisfacción. En la comunicación, un manipulador activo a menudo utiliza un sistema de derechos, obligaciones, solicitudes, pedidos, hojas de tiempo, etc.
2. manipulador pasivo
Es lo contrario de un manipulador activo. Este tipo de personas, quejándose de que no es capaz de controlar su vida, rechaza cualquier esfuerzo y permite que el manipulador activo se controle a sí mismo. A menudo, un manipulador pasivo finge estar indefenso y deprimido. Su pasividad total hace que el manipulador activo haga todo por sí mismo.
3. Manipulador competitivo
Dichas personas ven la vida como una competencia, obligándose a permanecer en constante vigilancia. Perciben a todas las demás personas como rivales o enemigos, reales o potenciales. En términos de tácticas de comunicación, un manipulador competidor es un cruce entre un manipulador pasivo y uno activo.
4. manipulador indiferente
Este tipo de personas en comunicación prefiere jugar con indiferencia. Se está alejando de contactos innecesarios y la competencia. El secreto principal del manipulador indiferente es que no le importa lo que otras personas vivan y se comuniquen, de lo contrario no organizaría juegos manipuladores. Las tácticas de comunicación de un manipulador indiferente pueden jugar una broma cruel con él. El hecho es que, tratando a las personas como muñecas, ciertos objetos inanimados, involuntariamente alimenta la inanimidad en sí mismo. Por lo tanto, esta actitud hacia las personas se considera suicida.
5. Actualizador
El actualizador es lo opuesto al manipulador. Tal persona muestra su potencial interno más activamente que el individuo promedio, por lo tanto, su vida está más llena de eventos.
La diferencia en el estilo de vida del manipulador y el actualizador se expresa por cuatro factores:
- Verdadero o falso El manipulador puede desempeñar cualquier papel para impresionar y lograr sus objetivos. El actualizador manifiesta su visión del mundo y sus sentimientos honestamente, incluso si pueden, al interlocutor no le gusta.
- Conciencia e inconsciencia. El manipulador ve y escucha solo lo que quiere, lo que significa que no se da cuenta del verdadero significado de la vida. El actualizador siempre es susceptible tanto a sí mismo como a los demás.
- Control y voluntad. A pesar de la calma externa, el manipulador siempre se controla a sí mismo y a los demás, ocultando sus verdaderos motivos. El actualizador prefiere la libre expresión de sus posibilidades inherentes.
- Cinismo y confianza. El manipulador no confía en nadie, creyendo que solo puede haber dos estrategias en una relación: administrar o ser manejable. El actualizador confía en sí mismo y en los demás.
La transición de la manipulación a la actualización es un continuo de apatía y deliberación a espontaneidad y alegría.
Tácticas de comunicación sobre la teoría de V. Sátiro
El psicólogo estadounidense V. Satir propuso su clasificación de tácticas de comunicación:
- Fiscal El modelo de comportamiento de esa persona se basa en su convicción de que todo depende de él. No teme ser conocido como un dictador y encuentra a una persona culpable en cualquier problema. Las personas que practican las tácticas del fiscal generalmente van acompañadas de problemas psicológicos como la soledad, la duda, la necesidad de autoafirmación, etc.
- Alguien que complace. Estas personas en una conversación siempre intentan complacer a los demás, disculparse mucho, evitar disputas y utilizar tácticas para comprender la comunicación. Demuestran su impotencia, su culpa por todo lo que sucede y su completa dependencia de los demás. Como regla, la duda acompaña a todas las personas de esta categoría.
- "Computadora". Este tipo incluye personas que siempre son correctas, tranquilas y serenas. Al tratar con una persona así, parece que no tiene emociones.
- Destructor Tal persona nunca hace ni dice nada concreto. Sus respuestas a las preguntas, por regla general, no son dirigidas e inapropiadas.
- Nivelador Este tipo de personas se caracteriza por la libertad, la coherencia y la armonía en la comunicación. Expresan abiertamente su opinión, pero nunca comenzarán a humillar la dignidad del interlocutor. Una persona equilibrada y completa que profesa una táctica de nivelación, a diferencia de las cuatro categorías anteriores, no experimenta su propia inferioridad y no sufre de baja autoestima.
El concepto de Thomas-Kilman
El concepto Thomas-Kilman, según el cual existen cinco tácticas (o estrategias, tipos, estilos) del comportamiento humano en situaciones de comunicación de conflictos, ganó gran popularidad y amplia aplicación en diversos campos de actividad.
1. Competencia, rivalidad o confrontación.
Esta táctica del discurso en la comunicación empresarial es especialmente común. Se acompaña de una lucha no disimulada por sus intereses y sugiere que solo un participante en la conversación será el ganador. Puede ser efectivo si una persona está dotada de un cierto poder (sabe que está haciendo lo correcto e insiste en usar sus habilidades), o cuando una persona es capaz de tomar decisiones decididas y no está interesada en cooperar con otros. Las personas que usan esta táctica de comunicación, como regla, satisfacen intereses personales, obligando a otros no solo a brindar apoyo, sino también a sacrificar sus intereses.
Si hablamos de una estrategia y tácticas de comunicación empresarial como la "competencia", no se recomienda su uso en la comunicación personal, ya que esto puede conducir a la alienación del interlocutor.Bueno, en casos donde el poder de una persona es limitado o está en duda, y su opinión no coincide con la opinión de los demás, incluso puede fallar, tratando de actuar a través de la "competencia".
La literatura destaca casos específicos cuando esta táctica de comunicación puede dar frutos:
- El resultado es fundamental para una persona, por lo que hace una gran apuesta en su propia solución al problema.
- La autoridad del líder es tan grande que cualquier decisión que tome se reconoce como la más correcta.
- Es necesario tomar una decisión rápidamente y la autoridad de una persona le permite hacerlo sin una explicación innecesaria.
- Una persona siente que no tiene nada que perder, simplemente no tiene otra opción.
- El líder entiende que se encuentra en una situación desesperada, pero aparte de él, no hay nadie que guíe a las personas detrás de él.
2. Evitación o evitación
Esta táctica de comunicación verbal, como regla, se usa cuando el problema que surge no es particularmente importante para el individuo, no quiere gastar energía en su solución, o el problema se agrava tanto que se sintió desesperado y se dio por vencido. La estrategia de evasión se usa cuando el individuo entiende que el interlocutor tiene razón o cuando no hay motivos serios para la competencia. Por lo general, el uso de tales tácticas se observa en casos donde el tema de la disputa no es fundamental.
La literatura psicológica describe las situaciones más típicas en las cuales las tácticas de evitación son más ciertas:
- La tensión de la conversación es demasiado grande y, por lo tanto, es necesario para aliviar la molestia.
- El resultado del conflicto es tan indiferente para la persona que decide no desperdiciar energía en él.
- El individuo tiene muchos problemas y no necesita resolver otro.
- Una persona entiende que no puede darse el lujo de resolver el conflicto a su favor.
- La situación es demasiado complicada y resolverlo puede ser costoso.
- La persona no tiene suficiente poder para resolver el problema de una manera aceptable para él.
- Intentar resolver problemas puede empeorar las cosas.
3. Suavizar o ajustar contradicciones
Como regla, una persona aplica esta táctica cuando el resultado de un conflicto es insignificante para él, pero extremadamente importante para su oponente. Además, este tipo de comportamiento también puede ser útil en el caso de que una persona entienda que la escalada de la confrontación puede conducir a su pérdida.
La táctica de suavizar el conflicto se asemeja a la táctica de evitar, porque también puede usarse para retrasar la resolución del problema. Sin embargo, hay una diferencia significativa entre los dos enfoques. Las tácticas suaves sugieren que la persona que lo usa actúa en concierto con el oponente y está de acuerdo con sus decisiones. En el caso de usar tácticas de evitación, una persona no trata de satisfacer los intereses de otra, sino que simplemente repele el problema de sí misma.
Los casos de uso más comunes de tácticas anti-aliasing:
- Una persona quiere mantener la paz y las buenas relaciones con un oponente.
- El individuo comprende que el resultado de la confrontación es mucho más importante para otra persona que para él.
- Una persona se da cuenta de que la verdad no está de su lado.
- Una persona entiende que si cede ante un oponente, recibirá una lección de vida útil.
4. Compromiso
Si se utiliza esta estrategia, el problema se resuelve mediante concesiones mutuas. Es efectivo cuando ambas partes luchan por lo mismo, pero entiendan que es imposible lograrlo al mismo tiempo.
Los casos más comunes de tácticas de compromiso:
- Las partes tienen el mismo poder y tienen intereses mutuamente excluyentes.
- Una persona quiere una solución rápida.
- Una solución temporal y beneficios a corto plazo son atractivos para una persona.
- Otros enfoques para resolver el problema han fallado.
- Un compromiso permite a las partes mantener una relación sana.
5. Colaboración
Esta es la táctica de comunicación más constructiva y fructífera en psicología, ya que está dirigida a satisfacer los intereses de ambas partes. Al confesar el principio de cooperación, una persona participa activamente en la resolución del conflicto, pero no renuncia a sus intereses.
En comparación con otras tácticas para resolver el conflicto, la cooperación requiere un trabajo más prolongado y más intensivo en energía, ya que una persona primero determina las necesidades y preocupaciones de ambas partes, y luego las discute. Si las partes están interesadas en resolver el problema, entonces esta estrategia puede ser una buena manera de desarrollar una solución mutuamente beneficiosa.
Como regla general, las tácticas de cooperación se utilizan en tales situaciones:
- La solución al problema es fundamental para ambas partes.
- Las partes tienen una relación larga y mutuamente beneficiosa.
- Los opositores tienen tiempo para resolver el problema.
- Ambas partes del conflicto están dotadas del mismo nivel de poder, o están listas para igualar para encontrar formas de resolver el problema.
La colaboración es la táctica de comunicación empresarial más exitosa. Para su uso, vale la pena seguir los siguientes pasos:
- Establecer los verdaderos motivos de ambos lados.
- Identificar formas de compensar los desacuerdos.
- Desarrolle nuevos enfoques para resolver problemas que satisfagan las necesidades de todos.
- Para ilustrar que los oponentes pueden ser socios, no rivales.
Ninguna de las estrategias de comunicación de conflictos que estamos considerando puede considerarse cien por ciento exitosa o no, porque cada una de ellas puede convertirse en la única verdadera en una situación determinada. Al mismo tiempo, desde el punto de vista de las ideas modernas sobre las tácticas de la comunicación empresarial, que se basa en el diálogo y el reconocimiento del valor de un interlocutor, la primacía pertenece claramente a la estrategia de cooperación.
Resumen
La táctica psicológica de la comunicación es un sistema de acciones secuenciales destinadas a lograr un objetivo específico e implementar una estrategia específica. La misma estrategia puede hacerse realidad gracias a diferentes tácticas. Las tácticas pueden ser muy diversas tanto en contenido como en orientación, y dependen directamente de las características psicológicas de las personas que interactúan, sus valores, actitudes, así como el contexto sociocultural y etnopsicológico del proceso de comunicación. Las tácticas aplicadas con éxito en una situación pueden ser completamente infructuosas en otra.
Las estrategias y tácticas de comunicación disponibles actualmente se han presentado en forma pura. En la vida, rara vez es posible conocer a una persona en cuyo comportamiento se observa una cierta táctica de comunicación. Como regla general, las personas combinan diferentes tipos de tácticas de comunicación para lograr un objetivo particular. Sin embargo, al tener ideas generales sobre las tácticas del habla, puede aprender a sentir a las personas, reconocer sus verdaderos motivos y elaborar su retrato psicológico. Todo esto ayuda a orientar la conversación en el camino correcto y alcanzar sus objetivos.
El número de estrategias y tácticas de comunicación verbal puede aumentar significativamente si los sujetos de la actividad son conscientes de las consecuencias sociales de los contactos interpersonales. Conocer la relación entre las cualidades personales de los sujetos, el contexto sociocultural y el tipo de tácticas de comunicación permite al participante en el proceso comunicativo predecir más o menos la naturaleza de la influencia interpersonal.
Al elegir las tácticas de comunicación e interacción en general, vale la pena confiar en el tipo de relación comercial y el tipo de actividad. Por ejemplo, al analizar la posibilidad de utilizar una estrategia de comunicación monológica y dialógica en un entorno educativo, es imposible decidir qué estrategia es mejor sin tener en cuenta las características de los principales objetivos pedagógicos. Entonces, el primer grupo de objetivos pedagógicos se basa en la influencia en la formación de la orientación de un individuo. En este caso, la aplicación de la influencia dialógica será más exitosa.El segundo grupo consiste en equipar al alumno con los medios necesarios para realizar la misma orientación. La influencia monológica prevalecerá aquí.
Vale la pena señalar que las tácticas dialógicas de la comunicación verbal son extremadamente necesarias en diferentes áreas de la actividad humana, ya que no todas las declaraciones son irrefutables. A través del diálogo, el conocimiento y las habilidades pueden cambiar su forma y contenido según el contexto en el que se presenten.