La mujer consiguió un pequeño balcón con rastros de humedad y moho en las paredes. Buscó formas económicas de restaurarlo y se instaló en mosaicos. Nunca había trabajado con ese material decorativo, pero no se desesperaba, y el resultado final fue muy atractivo, por lo que decidió compartir su experiencia con los usuarios de la Web.
Reparación de bricolaje
La mujer decidió optar por un tono azul delicado que le recuerda a un viaje a España y Portugal. En estos países, vio edificios bordeados de mosaicos azules. Ella eligió el azulejo más barato para ahorrar dinero, pero al mismo tiempo aportó un toque del Mediterráneo al diseño de la habitación.
Primero, preparó las paredes: retiró una capa de pintura y las trató con un cepillo de metal. La mujer admitió que estas obras eran las más aburridas y molestas, pero no se rindió.
Luego puso con una espátula una capa delgada del yeso comprado. La solución se seca rápidamente, por lo que debe actuar como espora y aplicarla en áreas pequeñas.
Y ahora puedes comenzar a colocar fichas. Para hacer esto, use una llana especial para mosaicos. Es necesario asegurarse de que cada uno de los mosaicos pequeños esté bien ajustado a los vecinos y no se mueva.
La lechada preparada para el mosaico se aplica cuidadosamente con una espátula sobre el azulejo colocado. Ella debe mentir uniformemente y llenar todas las costuras. Los restos de lechada en el mosaico se eliminan inmediatamente con una esponja húmeda.
Rincón Mediterráneo
El resultado satisfizo completamente a la mujer: el mosaico satisfizo el aspecto con un hermoso color azul. Luego se dispuso a terminar el balcón. El borde de piedra en bruto estaba pintado de blanco, apareció una estantería ensamblada a partir de dos bastidores de zapatos. Un puf y un par de sillas de IKEA fueron una gran adición.
La mujer se alegra de haber logrado reparar el balcón. Ahorrar tiempo y dinero se ha convertido en un buen bono. Ahora tiene un gran lugar para relajarse y leer libros con una taza de té.