Para algunas personas, escuchar música es una gran parte de su vida. Uno ayuda a que la música se concentre, otros se relajan con canciones tranquilas y a otros les gusta bailar canciones divertidas. Hay docenas de géneros diferentes, de los cuales solo escuchamos los que más nos gustan. Pero pocas personas saben exactamente cómo las melodías afectan nuestro cerebro y su actividad. Se supo que estudios recientes asocian el coeficiente intelectual con la cantidad de música que se reproduce. ¿Cómo pueden las canciones que escuchamos a diario relacionarse con las habilidades mentales de una persona?
Primer estudio
El Dr. Francis Rauscher demostró en 1993 que una audiencia de Mozart puede estar vinculada a una inteligencia superior. Este fenómeno ha sido llamado el "efecto Mozart". En 1998, el gobernador de Georgia sugirió usar 105 mil dólares para popularizar la música de Mozart entre los niños del estado. El estudio dio lugar a varias contradicciones en el momento, ya que muchos psicólogos intentaron refutar esta teoría.
Vivaldi mejora la memoria
Después de un nuevo descubrimiento sobre la música de Mozart, muchos científicos continuaron buscando formas de influir en la música sobre las funciones cognitivas del cerebro. La Universidad de Northumbria realizó un estudio con 17 participantes, durante el cual se descubrió que escuchar las "Estaciones" del compositor Vivaldi puede traer resultados positivos en forma de mayores capacidades mentales y mejores áreas de atención y memoria.
Escuchar música mejora las habilidades de comunicación
La música nos ayuda en más circunstancias de las que pensamos. El Dr. Sylvain Moreno descubrió en un grupo de estudiantes que el 90% de los que estaban involucrados en la música pudieron mejorar su inteligencia. En su libro, Moreno habla sobre cómo nos ayudan las vibraciones musicales, para que nuestro cerebro, a pesar del trabajo constante, pueda concentrarse y desarrollarse mejor.
Tocar instrumentos puede cambiar la forma del cerebro
Un nuevo estudio científico muestra que tocar regularmente los instrumentos puede cambiar toda la estructura del cerebro y sus vías de desarrollo. Mientras más música escuchemos todos los días e interactuemos con los instrumentos, más efectivas serán nuestras habilidades motoras, la memoria y la percepción emocional. Lutz Janke, psicólogo de la Universidad de Zúrich, dice que aprender a tocar nuevos instrumentos puede mejorar el coeficiente intelectual a 7 puntos.
Los músicos tienen una buena mente
Se encontraron grandes diferencias entre el cerebro de un músico y los que no les gusta la música. Como regla, los cerebros de los músicos son más grandes y más desarrollados que la gente común. Los músicos han desarrollado habilidades lógicas y de comunicación bien desarrolladas.
Se realizó un estudio en la Universidad del Noroeste, durante el cual los científicos decidieron que el lenguaje y la música pertenecen a la misma área del cerebro. Esto significa que aprender música puede mejorar la lectura y la escritura. Además, los científicos del Boston Children's Hospital han llegado a la conclusión de que los músicos demuestran grandes habilidades mentales.
Gracias a la música, una persona trabaja mejor
La investigación muestra que a través de la música puedes trabajar mejor. Un estudio de las actividades de los empleados nos permitió sacar esta conclusión. Las personas que tienen la oportunidad de escuchar música en el lugar de trabajo son más activas y resuelven mejor las tareas.
Lógica y música
Como ya se mencionó, aprender a tocar un instrumento musical afecta positivamente las habilidades intelectuales de un niño.En 2008, durante un estudio en una escuela de música, se descubrió que los niños que han estado tocando música durante varios años tienen habilidades lógicas más desarrolladas.
Por lo tanto, los expertos en el trabajo del cerebro llegaron a la conclusión de que la práctica musical intensiva prolongada tiene un efecto positivo en la actividad cerebral y el desarrollo de las habilidades mentales.
Escucha lo que más te gusta
Sin embargo, según el psicólogo Glenn Schellenberg de la Universidad de Toronto, el punto no está en la música en sí, sino en lo que nos hace sentir. Esto muestra que cualquier cosa que nos llene de buenas emociones puede mejorar nuestras habilidades cognitivas. No importa si Mozart es Vivaldi u otra música. Si te sientes bien al escuchar una canción, tu cerebro también estará bien.